UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO-TARAPOTO
ESCUELA DE POST GRADO
MAESTRÍA EN GESTIÓN PÚBLICA

TRABAJO:
COMENTARIO DE LA OBRA “DEFENDER LA SOCIEDAD”


CURSO     :  ORGANIZACIÓN, ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO DEL     ESTADO


DOCENTE:  Dr. Ing. Rolando Reátegui Lozano


AUTOR    : CPC. David Vargas del Aguila





OCTUBRE, 2018




                                                                                   








DAVID VARGAS DEL A.



DEFENDER LA SOCIEDAD
(MICHEL FOUCAULT)
























INDICE
































ABSTRAC


Our society, sometimes quiet and sometimes a bit restless, with a mask of supposed peace; but in him, subtly he shouts to mute voice, a discontent for the system of the State and its legal structure. Hide a burning interior of war, struggle of forces for the desire to exchange positions of dominating and dominated status

David Vargas Del Aguila






Keywords:
Dominación, guerra, sociedad, poder





















INTRODUCCIÓN


La construcción de una sociedad como la conocemos a lo largo de la historia no a sido una creación al azar, no ha sido el resultado natural sin propósito. La sociedad, ese edificio jurídico-como lo llama Michel Foucault- es un edificio resultante de las guerras ganadas de las fuerzas encontradas. Esas fuerzas luchan constantemente por dominarse una a otra, o a su vez sufre por la opresión de una de ella sobre la otra; pero este fenómeno social es lo que crea esa estructura de soberanía, y sin ella no existiría una soberanía ni soberano en donde calar su status. Llegado un momento donde ambas fuerzas comprendan que uno podría llegar a dominar, con esa esperanza e ímpetu histórico que trastoca su interior, y la otra parte dominadora sabiendo que así mismo cabe la posibilidad que puede llegar a ser una fuerza dominada, estallará el conflicto de defender la sociedad que anhelan en sus intereses.



























DEFENDER LA SOCIEDAD

(MICHEL FOUCAULT)
David Vargas del Aguila


Cabe recalcar que, cada cual -como reza un dicho social sin autor, aunque algunos le dan autoría- le toca la sociedad que se permite elegir. A la luz de esta frase contrastando con lo que el profesor Michel Foucault evoca en sus tesis e informes -como él lo llama- de sus investigaciones que, a dura razón y exigencia académica, es razón y obligación moral dar a conocer los avances para ser de ruta inquietante de quienes quieran seguir sus pisadas a la búsqueda de la razón del porqué de las realidades vividas actualmente.

Hace quizás unos tres (5) años  atrás, tomé una revista llamada ¨Cosas¨, la portada principal trataba de la boda del Príncipe de Mónaco; pero de los artículos de esta revista de aquella vez, que recuerdo no es del titular; el artículo publicado allí que llamo mi atención y el cual insto en compartir dentro de este trabajo a presentar respecto a petición del profesor Rolando Reátegui L. , es la frase palafraseada que cita así: ...a todos nos gusta hablar sobre la economía del país, del cómo va tal o cual situación; pero al momento de preguntarles sobre política, prefieren no opinar porque dicen que ese tema no les gusta. Cuando en realidad son la misma cosa..., la política y la economía son caras de la misma moneda -esta parte yo la agregué. Estas líneas palafraseadas pertenecen a un artículo publicado por la periodista Rosa María Palacios; cosa quizás sobre entendido por quienes saben de temas políticos, aunque tan sobreentendido que nadie se acuerda hasta que lo escuchan. Sobre todo, cuando se pone al descubierto este tema en el libro cuando el profesor M. Foucault en uno de sus seminarios cuestiona: ¿Qué es el poder? O más bien —porque la pregunta ―¿qué es el poder? sería justamente una cuestión teórica que coronaría el conjunto, cosa que yo no quiero—, la apuesta consiste en determinar cuáles son, en sus mecanismos, sus efectos, sus relaciones, esos diferentes dispositivos de poder que se ejercen, en niveles diferentes de la sociedad, en ámbitos y con extensiones tan variadas., creo que la apuesta de todo esto sería la siguiente: ¿puede el análisis del poder o los poderes deducirse, de una manera u otra, de la economía?...(pp.27). Y el enfoque del profesor aquí en su pregunta es que en realidad como sucede en el Perú, la política es guiada por los intereses económicos de quienes tienen el cargo de dirigir un Estado con enfoques manipulados, con creencias impregnadas en sus seres de lo que el libro habla como ¨saberes sometidos¨, saberes o creencias del nivel jerárquico inferior, y es la forma que lo dice en el libro suena lisamente en lo que podríamos traducir como falta de educación y nivel educativo, gente de perfil de creencias lo suficientemente ignorantes para convencerlas con promesas desproporcionales, lo que un político llamó demagogia.

Si algo hay que esclarecer como dice el profesor en ese seminario, donde la gente acudía como oyentes y no como alumnos –cabe recalcar la cultura y estilo de enseñanzas, donde lo hacía con un auditorio lleno que rebosaba de asistentes- los gobiernos que ejercen poder y soberanía hacen una continuidad de la guerra, citando a Clausewitz se traduce en que ¨la política es la continuidad de la guerra por otros medios¨ y esta es una verdad socialmente percibida, la política tiene una lucha silenciosa  y un poco agitante en algunas ocasiones. Silenciosa porque se nota el poder de sometimiento en las políticas de dan como fruto desigualdades económicas, diferencias sociales, racismo en las propagandas del comercio peruano, la pluralidad de niveles educativos de diferenciación de procedencias –se podría sostener en la premisa que la educación se ha vuelto un negocio rentable, donde quien comercia mejor se abarata los productos en muchas ocasiones- y como se dice ¨se nota en hasta en la diferencia de sus cuerpos¨. Y agitada en algunas veces porque llega un punto donde quien es sometido no teme perder la vida, se ensancha de voluntad y nace su esperanza de una facción social que cree que puede tener una lucha de fuerzas que podría ganar y crea una conmoción –esto se podría poner de ejemplo lo ocurrido en las protestas de CONGA NO VA, donde hubo pérdidas de vida humana-. Queda así visiblemente demostrado que ¨…la política es la continuación de la guerra por otros medios…¨ manifestado en sus instituciones que provocan lo antes mencionado por quienes ejercen y son sometidos – que es el cuerpo social o cuerpo de la soberanía- a la forma de dirigir el poder con la persistencia de no librarlos de sus saberes sometidos en muchas áreas.

En el libro DEFENDER LA SOCIEDAD, el profesor Michel indica que hay un triángulo de relación entre el poder, derecho y verdad, y es que este libro de alguna manera hace énfasis en la lucha -por no decir la guerra y sus efectos y procedencia- y a mi entender suprimido de algo que fue escrito en otro tipo de estructura social e histórica –veremos más adelante que la historia es muy indispensable para la formación futura y el racismo para dar la estructura de la soberanía- entiendo que ese triángulo se relaciona que el poder es una recompensa de la guerra, batalla y en consecuencia quien tiene mayor fuerza es quien ejerce sometimiento, pero que ese sometimiento no tiene que desaparecer al sometido –quitar la vida como menciona el libro en los capítulos siguientes- y esa facultad de decidir por otros como resultado de la guerra, ese privilegio ya sea legitimo o no –y legitimo quiero decir por quien lo produzca o lo hereda, indistintamente del caso- se llama poder; poder que se manifiesta en la forma de pensar –y esta es lo que se llama política- y esa forma de pensar crea la estructura jurídica que es el medio del poder para ejercer, y eso es lo que crea el derecho. y surge la pregunta a la luz del libro y que creo yo, he infiero ¿dónde queda la verdad ?, la verdad como quien precisa es la tendencia filosófica –saberes de nivel jerárquico alto- que delimita el derecho, o por lo menos tiende a limitar el derecho del poder.  ¿logra acaso en nuestra sociedad la filosofía limitar el poder de una guerra silenciosa de nuestra sociedad peruana?  Advierto que no, porque si nos basamos en la filosofía y los saberes sometidos resguardados por una estructura jurídica que las resguarda y no las va dejar desapareces fácilmente, estaríamos hablando de una amalgama de una filosofía sin cuerpo simétrico y de fuerza para dirigir y establecer los límites del poder, más aun si esta filosofía esta con genes de un pasado histórico que no podríamos sentirnos orgullosos del pasado político desde la fundación de la república; una república que no vino con un plan de formación  a largo plazo, gritamos la libertad simplemente para irnos a subyugarnos en otro sometimiento, de alguna forma nos transformamos en sometidos voluntarios una soberanía que nació de la ambición y el soberano no tenía estructura después de la guerra.

Es así que el planteamiento del presente libro del cual referenciamos estos párrafos, en nuestra sociedad no cumple la función de la tesis de limitar el derecho del poder, porque la verdad carece de sí misma para delimitar con su propia dignidad existencial en que se creó en medio de nuestra república.

Pero, acaso eso impide que se ejerza aun así la verdad en el poder y el derecho, claro que no. Y eso también lo declara el Dr. Michel en este libro que recopila sus seminarios en vivo, donde declaró: ¨No hay ejercicio del poder sin cierta economía de los discursos de verdad que funcionan en, a partir y a través de ese poder¨.

Debemos también tener en claro que la verdad nos hace estructurar la vida y la sociedad, porque es un vehículo tal cual lo menciona así: “Después de todo, somos juzgados, condenados, clasificados, obligados a cumplir tareas, destinados a cierta manera de vivir o a cierta manera de morir, en función de discursos verdaderos que llevan consigo efectos específicos de poder¨.

Si hay algo que manifiesta en los párrafos del libro es que el poder siempre está en red y su ejercerlo o sufrirlo, y el poder castiga, porque es una de sus facultades, y esto es porque es un dinamismo de existencia del poder. El poder está como el aire, para ser tomada, bajo el apercibimiento de cuanto conlleve sufrir para ejercerlo.

Bajo esa ventana en el libro DEFENDAMOS LA SOCIEDAD pone de afrenta la idea que el hombre no es el elemento central del poder, sino el poder transforma al hombre ya q este es a lo largo del tiempo el vehículo por la cual fluye, y así puede fluir por medio de cualquier otro que, de ese paso de sublevación, y ahí es donde el individuo ¨es un efecto del poder¨, y la realidad de la cual es nuestro ¨edificio jurídico¨ y aunque este no existiera como tal – a  decir como hipótesis – seguiría con el principio de relevo del poder de un individuo a otro.

En el Perú adoptamos la forma judicial de resolver problemas en cortes judiciales al estilo romano, ósea tenemos un símil de la estructura romana judicial, por tanto, si los mecanismos del poder por medio de sus aparatos o vehículos, podemos poner en hipótesis que heredamos historia romana de ejercer el poder, ese poder que nació en las guerras, esa facultad de someter y estructurado a una realidad distinta y distante del surgimiento de nuestra cultura y su desarrollo desde un corazón colonial y sublevado. Y si la historia hace énfasis en el poder y la verdad como o afirma el libro, tenemos un problema y afrontamiento entre una estructura que se contradice con las necesidades de nacimiento, necesidades de forma y planificación que parte desde el: de dónde salimos y hacia donde queremos llegar en consecuencia.

Y si heredamos estructuras ajenas, entonces heredamos la sociedad y a la forma de llevarlo con ese poder de sometimiento como el que se dice: [Esta teoría] concierne al desplazamiento y la apropiación, no del tiempo y del trabajo sino de los bienes y la riqueza por parte del poder. Y es ahí donde volvemos y resaltamos, la ejecución del poder por medio de la política es lo mismo que la economía, porque el poder ejerce sometimiento provocando ese sometimiento por medio de la apropiación de la riqueza, el tiempo y el trabajo, y ya no por medio de la vigilancia de los sometidos únicamente; pero esto ya podría entenderse como una antítesis de que el poder fluye y transforma al individuo, y en cierto modo al pensarlo opino que así es, porque la figura del soberano ahora se manifiesta en el ojo de la estructura del sometimiento y los sometidos, pero más aún se aleja de los sistemas de vigilancia de los sometidos. Todo esto históricamente hablando.

Ahora bien, el libro plantea que en la actualidad –como es el caso de nuestro país y el de los que declaran ser democráticos en su estructura social para ejercer el poder del estado- que ¨tenemos, por una parte, una legislación, un discurso y una organización del derecho público articulados en torno del principio de la soberanía del cuerpo social y la delegación que cada uno hace de su soberanía al Estado¨ y bien ahora como se juega con este privilegio dotado de la sociedad al cuerpo personalizado de la jurídica al ejercer el poder, pues no cabe duda que por historia y una falta de planificación y sabiendo que no siempre se podrá permanecer en sus lugares altos de ejercer el poder cada cual busca el beneficio de su bien. Y es que, en nuestro país por medio de una legislación deplorable y antidemocrático, pero bien planeado por quienes tiene intereses heredados de los más bajos niveles de verdad, transmitidos de familias en familias.

En muchos párrafos anteriores se mociona la soberanía, ¿qué es la soberanía?, en la página 49 del libro responde: ¨La soberanía es la teoría que va del sujeto al sujeto, que establece la relación política del sujeto con el sujeto¨. Por tanto, se prevé que insta la figura que hay a quien someter, la forma de como someter y lo que en el libro llama ¨la legitimidad de respetar¨.  En pocas palabras se entiendo, el sujeto, el poder y la ley, que aun así están sometidos pro esta última, o en cuyo caso es el vehículo por el que manifiesta el sometimiento de la soberanía.

Ahora bien la soberanía es todo lo sometido al soberano concluiremos, y nosotros en el estado peruano somos los sometidos, debemos preguntarnos que haremos al respecto a la luz de la forma como ejercen el poder que nosotros les brindamos a la parte política y a la vez dejamos que otros medios de poder las usen desde detrás del telón social que se percibe –cabe recalcar que son los poderes facticos que en una clase de maestría volvió a dar hincapié el Dr. Rolando despertó nuevamente este tema, y creo que esta ocasión lo menciono sutilmente- debemos concientizara la sociedad, a esa parte soberana.

Podemos comentar también que en el desarrollo de sus discursos el profesor a quien damos el agradecimiento de la existencia de los discursos, menciona nuevamente a Clausewitz indicando que su tesis lo invirtió de lo que indicó anteriormente de la política es la continuación de la guerra por otros medios era un principio muy anterior a él cuando dijo: Pero, después de todo,
la guerra no es más que la continuación de la política. De todas formas, esa confusión y reversión tomaba sentido pro el s. XVII y al percatarnos también a mi criterio es más precisa que al anterior, porque si libramos guerras silenciosas que afectan socialmente, esta es simplemente la continuidad –la política- de esa guerra que no vemos pero que están suspendidas en la sociedad sus estragos.

Nuevamente, el Dr.  Michel nos vuelve a introducir en lo que se reflexiona como aparece la guerra en la trama y sus efectos, sus efectos de presidir al nacimiento del estado. Quizá muchos con espíritu revolucionario y sublevación al leer textos que inspiren a alzarse en arma, y quizás fue eso que en décadas pasadas un profesor universitario de filosofía se empapó de ellos y se alzó en armas en el Parú y desató toda una masacre, una guerra interna, el terrorismo de la mano de Abimael Guzmán –aunque hubo varios por esos años no por ser menos importantes de mencionar en esa coyuntura, pero mencionamos por ahora a este personaje- y ¿acaso este no es la razón y la teoría vívida de la tesis de Michel respecto a la guerra silenciosa del descontento y las diferencias económica y otros motivos que hicieron encender a una guerra bulliciosa?  En todo caso la historia no perdona y es el mejor justiciero para los libros de historia y con ello las transformaciones subsiguientes como consecuencia. Volviendo a donde querías seguir, el Estado al igual lo que provocó en nuestro país es la que da forma a la soberanía, las instituciones orgánicas, las leyes, el poder, etcétera, nacen de la guerra misma, en ese sentido sí damos por aceptada la tesis de que las políticas son la continuación de las guerras, porque todo ello nace la razón crear las vehículos de controles, los elementos de guerra, las instituciones de guerra o mejor dicho, la forma de dominación de una sociedad que a la menor esperanza de poder conseguir usar un poder se agita para cambiar o revertir los puestos de sumisos y soberano.  ¿cuál es la cita que tomamos para este comentario? Es este: ¨En un primer momento, desde luego, la guerra presidió el nacimiento de los Estados: el derecho, la paz, las leyes nacieron en la sangre y el fango de las batallas. Pero con ello no hay que entender batallas ideales, rivalidades como las que imaginan los filósofos o los juristas: no se trata de una especie de salvajismo teórico. La ley no nace de la naturaleza, junto a los manantiales que frecuentan los primeros pastores; la ley nace de las batallas reales, de las victorias, las masacres, las conquistas que tienen su fecha y sus héroes de horror; la ley nace de las ciudades incendiadas, de las tierras devastadas; surge con los famosos inocentes que agonizan mientras nace el día¨. Cita más alentadora para los caudillos no habría.

Estamos llamados a comprender que las leyes nacidas -no hay otra forma como llamarlo analizo- por causas de la guerra de fuerzas es la continuación de esa guerra en silencioso, en tal sentido se afirma lo dicho por Michel más adelante: ¨la guerra es el motor de las instituciones y el orden…¨ En pocas palabras se deduce que estamos en afrenta unos contra otros, sólo hay dos bandos indistintamente, la nuestra y la de otros, los que están con nosotros y so que no lo están, lo que él llama una sociedad binaria.

Llegado a este punto, decir que, como cita el Dr. Michel : Vale decir que los enemigos que están frente a nosotros siguen amenazándonos y no podremos poner término a la guerra con una reconciliación o una pacificación, sino únicamente en la medida en que seamos efectivamente los vencedores. No es factible, porque la guerra jamás cesará, o es ruidosa, o es silenciosa con una paz falsa, limitadas las acciones por leyes de dominación -con faceta de orden- porque los vencedores seguirán emanando espíritu de que no temen la guerra, y ese espíritu de guerra no se perderá. La pertenencia a un campo —la posición descentrada— va a permitir descifrar la verdad, denunciar las ilusiones y los errores por los cuales se nos hace creer ―nuestros adversarios nos hacen creer— que estamos en un mundo ordenado y pacífico. ―Cuanto más me descentro, más veo la verdad; cuanto más acentúe la relación de fuerza, cuanto más luche, más efectivamente se va a desplegar la verdad frente a mí, y en la perspectiva del combate, la supervivencia o la victoria. (pp. 57)

Si hay algo que debemos estar al tanto es que en las sociedades todos esperan –indica el Dr. Michel- en sus genes desde generaciones anteriores, la llegada de un conquistador, un rey, un soberano, un Carlomagno, un guiador en la lucha< en pocas palabras la guerra perpetua seguirá de época en época, de sociedad en sociedad, aun en una como la nuestra que es una amalgama de culturas y saberes sometidos.

Ahora bien, como hablamos y comentamos que, en el libro citado, había un tema de la sociedad binaria, tomemos en cuenta que esta, hace resaltar el hecho q esa guerra es más de razas – teniendo en cuenta que Europa, y en cuyo caso, Francia, que fue históricamente un imperio y lleva arraigado esa cultura soberana y mitología de procedencia y es por ello que es un tema de racismo, una raza dominante a otra, superior una a otra, autóctona o foránea-  y al igual que en la sociedades, el racismo es presentado como una clasificación de superiores e inferiores, privilegios y desprotegidos. Perú rica en cultura y a la vez innumerables procedencias culturales sin dejar de apreciar esa riqueza cultural, también tiene esa segunda cara de la moneda. Somos una nación multicultural, y por lo tanto la presencia de la guerra de las razas es innegable y palpable en el racismo por cultura e historia.

Con todo esto hasta aquí comentado estamos llegando a la misma conclusión de la evocación del profesor Michel, tal como él lo dijo a sus oyentes en Francia, No será: ―Tenemos que defendernos contra la sociedad‖, sino: ¨ ―Tenemos que defender la sociedad contra todos los peligros biológicos de esta otra raza, de esta subraza, de esta contrarraza que, a disgusto, estamos construyendo. ¨ que el estado se vuelve en un Estado Racista.  

Si algo también voy a concordar es que la Historia – y mucho más aun la nuestra- es el discurso del poder. Por medio de la historia como se dijo anteriormente de afianza la verdad. Y es la historia la que hace que el poder se afirme y someta a os demás, es la instrucción de valentía y quebrantamiento, donde nacen los héroes y se cantan las victorias o se maquilla o justifica la derrota para no matar la valentía de seguir luchando. La historia dignifica el poder y la posesiona. “En síntesis, al atar e inmovilizar, el poder es fundador y garante del orden; y la historia es, precisamente, el discurso por el cual esas dos funciones que aseguran el orden van a ganar intensidad y eficacia (pp.70).”

Se muestra además que la soberanía es la sumisión sobre el cual se es soberano, a raíz de la guerra, con lo cual se gana poder, y esta historia es la victoria de uno y la derrota de otro, es la reivindicación del poder de uno sobre el otro. En la sociedad como se dice: es la luz sobre uno de ellos y la sobra para el otro.

Hubo en esa cultura europea que cuenta el Dr. Michel reyes que reivindicaban su poderío contando la historia de su soberanía, sin que se supiera que era la derrota de otros, que en algunos casos, si aplicamos en nuestra sociedad eran nuestras derrotas –aplicándolo a nuestro contexto- si tomamos nuestra historia.

La sociedad europea –como lo muestra el Dr. Michel- es una sociedad que dignifica su soberanía pasada en la historia y la mitología de sus orígenes, entrando en muchos casos en discrepancias con autores de sus épocas que decían que eran hijos de germanos y por tanto la extensión de la rama germana con profundo lazo de toma de las tierras en posesión por el poder otorgado por Alemania, y por otra parte decían que eran hijos de Francus, hijo de Troya, un principado, se asentó en el pasado ese linaje en las tierras de Galia y por ende aunque tienen la potestad del espíritu heredero de imperio romano creado en un imperio Franco, son herederos de la forma y derecho de someter e imponer su soberanía al igual que roma. Y es allí otra manifestación que el tema de la raza es una constante figura de guerra, de procedencia y pasado. Es por ello que la historia también muestra que Adolfo Hitler adoctrino referente a la doctrina de la raza pura y su procedencia hasta divina de sus antepasados; él era conciente de esta guerra interna silenciosa, y la despertó, y todos sabemos cómo cuenta la historia este capítulo de la humanidad, una de las tantas historias de poder. Por consiguiente, la afirmación del párrafo toma fuerza al indicar: “…el Estado no es el instrumento de una raza contra otra, sino que es y debe ser el protector de la integridad, la superioridad y la pureza de la raza. La idea de la pureza de la raza, con todo lo que implica a la vez de monista, estatal y biológico, es lo que va a sustituir la idea de la lucha de razas. Cuando el tema de la pureza de la raza sustituye el de la lucha de razas, creo que nace el racismo o se produce la conversión de la contrahistoria en un racismo biológico (pp 81).”  

Debemos estar consientes, como veníamos repitiendo desde casi el principio de este informe que en nuestra sociedad hay una guerra silenciosa, una guerra interminable de fuerzas, que vivimos en una paz falsa, “…Por lo tanto, el débil nunca renuncia. En cuanto al fuerte, que es simplemente un poquito más fuerte que los demás, jamás lo es lo suficiente para no estar inquieto…”, la incertidumbre de esto crea la voluntad de enfrentarse ambos bandos, ese estado de guerra omnipresente; y nos cabe la misma pregunta que hace el Dr. Michel a su auditorio: “Pero ¿qué es exactamente ese estado de guerra? Hasta el débil sabe ―o cree, en todo caso― que no está lejos de ser tan fuerte como su vecino. Por lo tanto, no va a renunciar a la guerra. Pero el más fuerte —bueno, el que es un poco más fuerte que los demás— sabe que, pese a todo, puede ser más débil que el otro, sobre todo si éste utiliza la astucia, la sorpresa, la alianza, etcétera…(pp.89)”, con todo este sobre aviso es lo que mantiene las sociedades aunque en silenciosa extensión de guerra a través de las políticas, o vana renunciara la guerra – ese combustión que crea el poder y crea soberanías- y el otro, el que se cree y es fuerte en cierta medida, tratará de que no exista la guerra para guardar su posición. Y cuales son las posiciones que tomará, el mismo que pregunta responde: ¿Y qué debe hacer para demostrar que no tiene la intención de renunciar a la guerra? Pues bien, [actuará] de tal manera que, al otro, que está a punto de ponerse en pie de guerra, lo asaltarán las dudas sobre su propia fuerza y, por consiguiente, renunciará a ella y lo hará, simplemente, en la medida en que sepa que el primero, por su parte, no está dispuesto a descartarla.

Por tanto, es hora de abrirnos paso a la verdad, y verificar si la soberanía a la que pertenecemos está correctamente enmarcada, tomar en cuenta los aportes de este libro que nos da premisas de que debemos saber de dónde venimos para saber hacia donde debemos dirigirnos y si es necesario redireccionar el camino, ser concientes que no es necesario estar bajo trincheras para reconocer una guerra interminable, y que la sociedad debe seguir el fin supremo del bien común. Estar listos para defender a la sociedad, esa sociedad digna de cada uno, de nuestros futuros herederos, de nuestros recursos, de nuestra historia futura creada en esta fábrica que se llama presente. Este presente dará forma de cómo se llevará la guerra futura en las extensiones de los poderes de quienes la mueven, y a quienes tendremos como soberanos, de este cuerpo sometido y sus contextos que se llama soberanía social peruana.








CONCLUSIONES


Nuestra sociedad es el producto de una historia de guerra. El sometimiento de la cual cada uno forma parte es la soberanía del poder ejercido que dimos por elección a un Estado que tiene un comienzo filosófico pobre, distorsionado, ello ha creado que esas formas de someternos mediante leyese instituciones de gobierno crean en la sociedad las desigualdades de la cual todos estamos en su mayoría –los que no son muy fuertes-  disconformes. Eso ha creado y seguirá prolongándose lo que el Dr. Michel llama ¨…la continuación de la guerra¨. Somos llamados a Defender la Sociedad, ¨ ¿De quiénes? Pues la respuesta es simplemente, de nosotros mismos, la humanidad.












Agradecer grandemente al Dr. Rolando Reátegui Lozano, quien dirige este curso para el semestre en que se está presentando este trabajo. Así mismo a la Universidad Cesar Vallejo, que es la institución donde se desarrolla esta catedra y el medio por el cual se instó a tocar el tema aquí plasmado.






                               















Bibliografía


EWALD, F., & FONTANA, A. (1997). DEFENDER LA SOCIEDAD. París: Fondo de Cultura Economica de Argentina, S.A.


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